La crisis hipertensiva se define como una elevación severa de la presión arterial (PA), generalmente ≥180/120 mmHg. Se clasifica en dos tipos:

  • Urgencia hipertensiva: Elevación significativa de PA sin evidencia de daño agudo a órganos.
  • Emergencia hipertensiva: Elevación de PA con daño agudo a órganos diana, como cerebro, corazón, riñones o retina.

Resumen

  • Urgencia hipertensiva: Reducir la PA gradualmente con medicamentos orales, con seguimiento ambulatorio.
  • Emergencia hipertensiva: Reducción controlada de la PA con medicamentos intravenosos en un entorno de cuidados intensivos.

El manejo adecuado de una crisis hipertensiva requiere un enfoque cuidadoso para evitar complicaciones graves y asegurar la estabilidad del paciente.

1. Evaluación Inicial

  • Historia clínica: Identificar síntomas de daño a órganos diana, como dolor en el pecho, dificultad para respirar, cefalea intensa, visión borrosa, confusión, o cambios en la función urinaria.
  • Exploración física: Incluye examen neurológico, cardíaco, pulmonar y evaluación de fondo de ojo.
  • Estudios de laboratorio y gabinete:
    • ECG, análisis de sangre (función renal, electrolitos, enzimas cardíacas), análisis de orina, y estudios de imagen si es necesario (p. ej., TAC de cerebro).

2. Manejo de la Urgencia Hipertensiva

  • Objetivo: Reducir la presión arterial de forma gradual, evitando una caída brusca.
  • Medicamentos orales: En estos casos, se pueden usar fármacos antihipertensivos de acción rápida por vía oral, como:
    • Captopril: 25-50 mg, con efecto en 15-30 minutos.
    • Clonidina: 0.1-0.2 mg, con efecto en 30-60 minutos.
    • Labetalol: 200-400 mg, con efecto en 1-2 horas.
  • Meta de reducción: Reducir la PA en un 20-30% en las primeras 24 horas, o hasta 160/100 mmHg.
  • Seguimiento: El paciente puede ser monitoreado en urgencias y, si está estable, se le puede dar seguimiento ambulatorio.

3. Manejo de la Emergencia Hipertensiva

  • Objetivo: Reducir la presión arterial rápidamente, pero sin provocar hipotensión. La meta es reducir la PA en un 10-20% en la primera hora y un 5-15% adicional en las siguientes 23 horas.
  • Medicamentos intravenosos: En estos casos, se utilizan antihipertensivos de acción rápida por vía intravenosa y con monitoreo cercano:
    • Nitroprusiato de sodio: Control de la PA de forma continua; indicado en emergencias hipertensivas con encefalopatía hipertensiva o insuficiencia cardíaca.
    • Labetalol: Ideal en pacientes con daño cerebral agudo; dosis inicial de 20 mg IV, seguida de dosis adicionales.
    • Nicardipina: Bloqueador de canales de calcio; se administra de forma continua.
    • Esmolol: Útil en emergencias cardíacas, especialmente si hay disección aórtica.
  • Meta de reducción:
    • Reducir la presión arterial en un 10-20% en la primera hora, alcanzando niveles de 160/100 mmHg en las siguientes horas. La reducción brusca se evita para prevenir isquemia en órganos diana.

4. Monitoreo y Seguimiento

  • Unidad de Cuidados Intensivos: En emergencias hipertensivas, el paciente debe estar en un entorno donde se pueda monitorear su presión arterial de forma continua.
  • Evaluación frecuente: Revisar signos vitales, evaluar signos de mejora o deterioro, y ajustar los medicamentos según la respuesta.

5. Identificación y Tratamiento de la Causa Subyacente

  • Investigar factores contribuyentes, como la suspensión abrupta de antihipertensivos, el uso de drogas (anfetaminas, cocaína) o enfermedades subyacentes.
  • En caso de detección de una causa secundaria, como feocromocitoma o estenosis de la arteria renal, realizar el tratamiento específico correspondiente.

Whelton, P. K., Carey, R. M., Aronow, W. S., Casey, D. E., Collins, K. J., Dennison Himmelfarb, C., … & Wright, J. T. (2018). 2017 ACC/AHA/AAPA/ABC/ACPM/AGS/APhA/ASH/ASPC/NMA/PCNA guideline for the prevention, detection, evaluation, and management of high blood pressure in adults: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Journal of the American College of Cardiology, 71(19), e127-e248.

  • Esta guía cubre en profundidad el diagnóstico y manejo de la hipertensión, incluyendo el manejo de la crisis hipertensiva. Proporciona recomendaciones actualizadas basadas en evidencia para diferentes presentaciones clínicas.

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